El diapasón es una pieza metálica, inventada por el británico John Shore en el siglo XVIII, que tiene forma de horquilla. La vibración del diapasón genera un sonido que se toma como referencia a la hora de afinar un instrumento, tanto uno fabricado por el ser humano como la voz. Según su material y su forma, el diapasón emite un sonido específico (el más usual es la nota la 440, que tiene una frecuencia de 440 hercios).
El término diapasón procede del latín diapāson, que a su vez tiene su origen en la lengua griega. La noción se emplea en el terreno de la música para nombrar a un intervalo formado por cinco tonos (dos menores y tres mayores) y dos semitonos mayores (diatesarón y diapente), según la primera acepción mencionada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
Para utilizarlo, el diapasón se coge por su pie y se golpea una de sus ramas, a la altura de la unión del tercio medio y distal con el codo o la rodilla del explorador. No se debe golpear el instrumento con un objeto metálico.
En clase, el profesor nos enseñó un diapasón y nos dejó probar cómo funcionaba. Además, pudimos ver que suena más fuerte o más suave al ponerlo sobre diferentes superficies. Una vez que dominamos cómo utilizarlo, cada uno debíamos hacerlo sonar e intentar entonar la nota que sonaba.
Al ser una herramienta barata y compacta, es muy sencilla de llevar al aula para poder realizar diferentes actividades con los alumnos y que estos puedan conocerlo y aprender a utilizarlo.
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